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En las Oposiciones de Bomberos, para las de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o mientras pule los detalles de candidatura a Fuerzas Armadas… Una buena parte de nuestro alumnado en Barcelona conoce durante ese proceso a nuestra coach Yolanda Vázquez, una entrenadora con mucho flou y apasionada de su profesión.
Le gusta lo que hace y eso se nota desde el momento en el que hablas con ella, porque es un sí absoluto a la vocación. Y, desde luego, es el mejor ejemplo de que al alumnado no le va a faltar ritmo en la preparación de sus pruebas físicas.
Empecemos a desgranar el temario. ¿Quién es Yolanda? Una personal trainer que tuvo en su punto de mira las fuerzas armadas y que nunca se cierra puertas porque se siente joven, tanto que… ¡Prepárate para sudar si ella es tu guía! De ahí que le guste tanto el entrenamiento militar, pero siempre respetando los tiempos de cada persona y sabiendo cuándo debe entrar en juego la psicología.
Una garantía de ritmo
“El deporte me ha dado mucha disciplina y constancia”, reflexiona, avisando de que el alumnado tiene su espacio pero también una reeducación. Su reto es que su grupo sea el mejor siempre, por lo que trabaja tanto la parte física como la presencia, la limpieza, la cultura, las buenas formas… Si no lo traes de serie, llevarás el ritmo en las venas después de pasar por sus rutinas y salir a la calle a representar a tu unidad.
En Flou presumimos del Método Compás y también podemos presumir de nuestra entrenadora. Siempre se ha atrevido, y sigue haciéndolo, con la preparación de todas las variantes de pruebas físicas que te puedas imaginar. Cuenta que hay partes comunes y otras que no lo son, por lo que si tu reto es ser mosso o guardia civil no entrenarás con futuros bomberos.
Aunque hay pruebas comunes, la coach separa al alumnado por especialidades.
El repaso, por partes
Si lo tuyo es ser agente de la ley tendrás unas pruebas, si tu sueño es ir en lo alto de un camión de bomberos, otras. No hay nada que no se supere, eso lo sabe mejor que nadie nuestro alumnado. Pero Yolanda reconoce que de tener que elegir las más complicadas, piensa en las segundas.
Es en ellas dónde muestra más su papel de psicóloga porque hay muchos momentos susceptibles de tirar la toalla. “Hay pruebas físicas de claustrofobia en las que tienes que entrar en un tubo y te ponen un gas y no ves la luz”, ejemplifica, y recuerda también el temido ejercicio de clase de gimnasia: “Hay que subir por una cuerda a brazo…”.
La vocación es un impulso extra
En unas y otras sesiones se escapa algún “¡No puedo más!”. No pasa nada. ¿Quién no lo ha pensado alguna vez? Pero estas oposiciones se superan disfrutando. Saca tu rotulador fosforito de cabecera que esto es importante: “Si tienes vocación” todo irá más rodado y, aunque hay que tener “disciplina y constancia”, nuestra “poli mala” -como la apodan cariñosamente porque tiene un compañero con el que a veces comparte sesiones al que le toca el papel de bueno-, tiene claro que es importante que “se disfrute” de la preparación para las pruebas físicas.
Es importante tener “vocación, disciplina y constancia” pero también “disfrutar de la preparación de las pruebas físicas”.
Toca el pecho, extiende los brazos, pasa por debajo de la barra, corre, balancea el cuerpo, da la vuelta, coge impulso y no te olvides de la señal sonora… A tu ritmo y con profesionales del más alto nivel como Yolanda. “No hay que tomarse a broma” los ejercicios, pero siempre con tranquilidad: saborea el proceso porque la fase de opositar se acabará, pero tu vida social se mantendrá siempre viva y tu objetivo cumplido.
Y tú, ¿buscas una carrera de fondo con Flou?